A Silvina
Tus cabellos largos y ondulados
te ayudan a contar
los años transcurridos
las noches sin sueño
la suavidad de unos besos.
Tus hijas
sobreviven al tiempo
y multiplican tus mañanas
eternizan un segundo
cuando sus brazos
rodean tu cuello.
Convierten tu pena en fuerza
tu silencio en besos dorados
tu sueño en futuro certero.
Tus letras
descubren la esencia del alma
abren pétalos con dulzura
y olvidan los años de ausencia.
Han inventado un mundo
mágicos susurros al aire
desvelos abiertos y limpios
pedazos de mar o de arena.
Mi barco de papel viaja al sur
carretera mil sonrisas.
Sólo intento cubrirte de soles
jugar con mis manos inquietas
y recordarte que aquí
en este pecho
guardo tu paz como seda.
Toda tú envuelta en oro
congelada en un destello
que alumbra muchos caminos desiertos.
Si me pidieran tu nombre
Inventaría un lucero
Lenta y pausada
Vería amaneceres en la ventana
Igual que todos
Nacerían en mi los sueños
Ausentes y sonoros.
Estas ahí.
Te di un nombre de versos
del color de tu cabello
con dulzura como niña
con letras encubiertas,
desciendes...
Quédate quieta un segundo
que solo quiero llenar tu cielo
con pequeñas imágenes de agua
con mi pluma inspirada en tu rostro.
Quédate
como una tarde que nunca acaba:
tú.