jueves, 30 de julio de 2009

En el tiempo del árbol de liquidámbar (Lya-Andrea del mar)



Este ramaje paralelo y deforme
sacude mi pasividad oculta
y por las mañanas de junio
llama al trino de las aves

Mis hojas verdes
con lóbulos
lucidas como los arces
desvisten la fuerza
de mi beldad

Llegado el otoño
escondido tras la borrasca
inicia la entrega total
mis hojas se tornan púrpura
el viento se encarga de dejar
a mis pies un tapete
con mi pasado

Queda mi desnudez
y desde ella
mi esencia
nativa,
ámbar,
líquida,
que aguarda a ser
nutrida

Y los anillos de la vida
forman espirales
de corteza blanca
de liquen pardo ascendente
Tengo un pozo húmedo,
sediento,
inverso,
eterno

Emoliente sustancia
bálsamo en raíces
sepultado en lo profundo
en el deseo
de volver a vestir mi cuerpo.

Me voy
y quedo
invisiblemente tronco
apétalo follaje

jueves, 23 de julio de 2009

El amor en escalas



Me encanta abrazarte en Fa: el ruido de tus brazos sobre los míos entona a la perfección. En cambio soñarte, eso lo hago en Si, en uno agudo y alto, placentero.

Te pienso en Re mientras procuro llorarte en Sol. Respiramos en Mi; aceleramos el ritmo y parece que nos ahogamos: yo en ti, tú... en Mi.

La, tu nota oculta. Eres allí lo que yo procuro esconder. Eres La, sostenido y audaz, penetrante.

Juntos llegamos a Do: descanso simple, inicio y fin.

Ahora, ¿quieres que te cante una canción?

viernes, 17 de julio de 2009

Al paso


En solidaridad con Naty, Migue y Ale

Siento impotencia

al ver la muerte pasar frente a mi

llevarse a mis amigos
a la abuela de Alejandro

al padre de Miguel

a la madre de Natalia.


Me siento pequeña
al no poder tomarla de las manos

e invitarla a marcharse a otro camino

a evitar que robe sonrisas

de tantos rostros sinceros

de tantos...


Es tan real y cercana

pues lo observa todo día con día

y se siente dueña de donde pasa.

Pero hoy y mañana
busco atarle el cuerpo frío

ser yo quien la mate
y la haga desaparecer por unas horas

por un día... por una vida.


Siento rabia
al ver a la muerte pasar frente a mi

lleverse las cosas, las gentes, cuando se le antoja
y dejarme triste, callada

con un nudo enorme

en esta alma que se queda sola.


No quiero llamarla ni nombrarla.

Suficiente tengo con el dolor que ella me causa.

lunes, 13 de julio de 2009

Se nos enfría el café


Se nos enfría el café, vida mía, y entre tazas se consume mi impaciencia. No acostumbramos usar el tiempo en una mesa sentados frente a frente; hace mucho que perdimos la gracia para contarnos las historias o para resumir nuestros días mirándonos a los ojos. No entendi cuando me has citado hoy. No esperaba que sucediera. Había dado por un hecho que nos ausentaríamos uno del otro; lo sabía porque llevamos algunos días sin hablar muchas horas, permecemos callados ahora. Confieso que las primeras tardes esperé con ansiedad que preguntaras por mi, pero recordé aquella vez cuando dijiste que si uno se obstina, se aburre, solamente, sin explicación, se aleja. Deduje que eso sucedía. Supuse que dejé de ser eso en lo que pensarías al despertarte por las noches. He olvidado un poco algunos de tus gestos y creo que tú también no imaginabas mucho sobre mi. Cómo quise reírme cuando me viste hace unos minutos: sí, el cabello es distinto, quise cambiar un poco mi estilo de dama sencilla. ¿Te parece que me he abusado? Creo que resulta agradable cambiar un poco de vez en cuando. Pues bueno, dejemos mi cabello de lado: aquí me tienes, ahí te tengo. ¿Seguiremos guiones o será más sencillo? Se nos enfría el café, corazón, y si aún recuerdas un poco sabrás que lo detesto frío.

jueves, 9 de julio de 2009

Arpegio desafinado



Me transformaré en ala extendida

sobre tu lecho,
en el espesor del sueño.

Intentaré ser el pétalo escondido
junto a tu mesa
y llenar de aroma tu habitación seca.

Cambiarán mis dedos para servir de raíz:
lianas que sostienes tu cuerpo liviano.

Brillaré como vuelo escondido
como melodía de arrullo
para tus manos distintas
para tu verde atardecer.

Encadenaré tu lluvia a mi baile nocturno
y cubrirán las rosas mi canto sonoro.

Moveremos la arena que forma nubes de colores
alrededor de la respiración
cubriendo el níveo deleite.

Habitaré en la anchura de tu sonrisa escondida
donde solo nombrarás mi ausencia real.

Volveré a la vida con las venas agujereadas
rotas las ansias y ciego el deseo.

Desapareceré por tu negro secreto
y pintarás de blanco mi figura amorfa.

Manchados quedarán
mis velos y mis ropajes
y con ellos taparás lo que queda de mi.

Me trasnformaré
en todo aquello que olvidas
para caer en el silencio
junto a tu cuerpo dormido.

miércoles, 1 de julio de 2009

Estación




Lueve
corazón
y siento
ahuecado
el hígado
herida
la ruta
hacia
el vacío.

Llueve
como
si se
vaciara
cada vena
enardecida
y calara
hendiduras
en la respiración
en la agonía.

Llueve

Llueve
para calmar
oscuridades
y si
se siente
la gota
es porque
deja caer
su vida
sobre alguien.