
En solidaridad con Naty, Migue y Ale
Siento impotencia
al ver la muerte pasar frente a mi
llevarse a mis amigos
a la abuela de Alejandro
al padre de Miguel
a la madre de Natalia.
Me siento pequeña
al no poder tomarla de las manos
e invitarla a marcharse a otro camino
a evitar que robe sonrisas
de tantos rostros sinceros
de tantos...
Es tan real y cercana
pues lo observa todo día con día
y se siente dueña de donde pasa.
Pero hoy y mañana
busco atarle el cuerpo frío
ser yo quien la mate
y la haga desaparecer por unas horas
por un día... por una vida.
Siento rabia
al ver a la muerte pasar frente a mi
lleverse las cosas, las gentes, cuando se le antoja
y dejarme triste, callada
con un nudo enorme
en esta alma que se queda sola.
No quiero llamarla ni nombrarla.
Suficiente tengo con el dolor que ella me causa.
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