sábado, 6 de febrero de 2010
Cortesía de la casa
Partí en pedazos pequeños
mi suave harina de olivo,
rebané mi sonrisa
para endulzar tu boca
olorosa a esencia de canela,
marinada con pizcas de naranja.
Puse a sazonar mi corazón
sin que se pase del punto
y cerní mi esperanza
para afinar tu deleite.
Separé las hojas
de los frutos maduros;
cociné en un tazón
mi sueño
para luego adobar tu fragancia
con un poquito de mi color.
Dicen que no debo meter mano
pero amasarte en porciones
es la certeza
de que freirás tu sinsabor
para terminar en mi boca
en bocados precisos,
como plato de entrada,
sin saber que al terminar
seremos cada uno
la receta de la casa.
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