Escóndete niña
en mi ramilla de ciprés
llenando de tinta las flores
danzando con el río claro
llénate el estómago de risas
y que la luz en tu pupila
sea el encanto de la noche.
Vente niña cereza
róbale a los árboles
hojas y raíces
borda lianas pequeñas
para amarrar tu cintura
y flotar junto a los jilgueros.
Escóndete niña
en mi canción de cuna
floreando como una rama
siendo agua y sueño.
Vente niña cereza
duerme en voces sin miedos
hoy anochece
y mañana abrirás la vida
mañana te toca ser sol.
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