martes, 31 de agosto de 2010

Mal...interpretado



No estoy enojada.
Solo espero el bus
y me pregunto, con tanta lluvia,
qué pasaría si el mundo
fuera más pequeño
como para caber en la palma de mi mano:
yo me movería desde el meñique hasta el pulgar
y no me mojaría los pies
(desfortunada mi piel)
sería lluvia para una fracción de segundo
y los autobuses y mi ceño
estarían en paz.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Entrega



Me trajeron desde lejos
encerrada en unas manos
tejiendo la hierba de agosto
mientras los frutos de los árboles
asomaban su color rojizo.
Decidieron sacarme de lo innombrado
para que jugara a ser color
en cada susurro del viento
en esas esquinas de la vida.
Fue en la madrugada
cuando grité mi palabra
y al fin tuve la respiración
poblándome los ojos, el pecho,
las uñas y mis mejillas,
al fin tenía un lugar
poblado con el verso y la música
repleto de cánticos azules
y alegrías compartidas.
Desde lejos fue
que decidieron traerme
sin afán de negarme el mundo
y con la certeza de que alguna vez
aprendería a vivir conmigo.

lunes, 23 de agosto de 2010

El verso del amigo ausente



Te alejaste de mí, amigo,
después de que me enseñaste el mar.
Me diste el retrato de las calles
de la magia que con vergüenza
se escondía en el café de las tardes
y una vez que la tuve
quedó un hueco de silencio
en la parte que te alberga.
Te fuiste, amigo,
pidiéndole perdón a mis ojos
cincelando el miedo
de tus años calcinados y oscuros.

Si una vez me pregunté
dónde quedaste,
ahora sé en qué lugar no estás
y es en mi sonrisa
en mis oídos vacíos de historias,
junto a los faros y castillos
que se han ido volando hacia abajo
hechos migas de ilusiones
predispuestos a la angustia.

Hoy te quedas en una mentira que soltaste
para que pintáramos
la vida de unos pocos
nunca la nuestra...

jueves, 5 de agosto de 2010

El que fue caminante

Íntegro quedó el respiro
del poeta que durmió
esas madrugadas movidas
con algún perro callejero
o con el frío del verano.
Acompañado por el recuerdo
va su verso o su relato
desconsolados
y la cicatriz de su lápiz
se ennegrece con cada letra.
Era hábil para narrar historias
y disfrutaba caminar
solo
todas las alegrías y las soledades.
Él si era poeta
no como aquellos cuyas hojas
están en vitrina
descuento de temporada
rebajados
o como los pocos
que cargaron su premio y su título
sin brazos ni moral.
Solía venderle pedacitos
de cuentos
a las calles, las plazas
incluso a las caras de los otros
también a los basureros, los pozos
a las campanadas de la catedral.
Allá se va sobrio
el ruido de su canto
el del malherido caminante
quien jugaba a saberse el mundo...
escurrido aletea su suspiro
y sus manos
atadas a una miseria
no pueden sobrevivirse ya
sin aire.