Es cierto tanto deseo
en unos ojos que hablan y hablan
inventados con estelas rojizas
cada vez que se muere una aurora.
Un amor sonámbulo
descargado en liras y gritos
simplemente disuelto
en camas sudorosas
no me vale hoy para cargar
tanto pedazo de humano
que padece este cuerpo.
Tanta alegría
es febrilmente verdadera
absoluta
testaruda
porque se engendra
en ausencias y calores
cerca de las huellas
bien lejos del sabor del lirio.
Se regocija la tardanza
de cada respiro incontrolado
uno a uno se me van yendo
los residuos de derrota
y aquellos recuerdos
amontonados sobre la espera.
Y así se aprende.
Así se aprende a llorar
a ver pasar las caras y los vuelos.
Así aprendo.
Aprendo que cada una de mis vidas
lleva sin vivir
siglos de agua y trigo
tardes de viento y polen,
esta imagen de tierra
dispuesta en pasos.
Cierta es tanta algarabía
de poder ver restablecido
el corazón y los silencios:
la esencia absoluta
de un deseo apenas comprendido.
2 comentarios:
"Cierta es tanta algarabía
de poder ver restablecido
el corazón y los silencios:
la esencia absoluta
de un deseo apenas comprendido"
Me encanta
Muchas gracias, Marguiac.
Un abrazo sincero y siempre bienvenida a mi ventana.
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