Me
escondieron
los
caballitos del carrusel.
Tuve que
irme dando vueltas
a pie y sin
zapatos
por el
parque despoblado.
Alguien me
gritó
que se
cansaron
de girar
girar
mareados
y se fueron
a comer zacate y luz
a la orilla
de un río.
Creo haberlos
visto
debajo de
una carpa
en un camión
de sinrazones
un tanto
hambrientos
mientras se
preguntaban
dónde quedó
su puesto
dónde sus
niños
girando
mareados
girando.
2 comentarios:
Nos iremos de fiesta un día para subirnos a los caballitos del carrusel de los milagros
así será... y yo seré feliz porque voy contigo girando, girando, girando...
te quiero mucho, bella de mi corazón
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