No me quiero dormir, mamá, no quiero decir que esta piel se cobija de sueños ni imitar al sol vagabundo que se cansa de ir siempre al mismo lado. No quier abrirle puertas a la noche, invitarla a tomar café rechinado que dejó la tarde porque me vería con ojos negros y salados, mamá. Yo no quiero dormir todos los días simular que me asombro con tus cuentos y que ya no controlo mis descuidos... ¿me dejás abrir los ojos y creer que ya es de día?
Tierno y doloroso, Lya. Cuando acaba la infancia los sueños nos cobijan. Cuéntale a mamá el sueño que te aturde y verás como ella será capaz de comprender. B ello como todos los que haces. Creí que no llegaría nunca a poder comentarte. A ver si ya pronto todo vuelve a la normalidad después de las fiestas. Te abrazo mi niña.
1 comentario:
Tierno y doloroso, Lya.
Cuando acaba la infancia los sueños nos cobijan. Cuéntale a mamá el sueño que te aturde y verás como ella será capaz de comprender.
B ello como todos los que haces.
Creí que no llegaría nunca a poder comentarte. A ver si ya pronto todo vuelve a la normalidad después de las fiestas.
Te abrazo mi niña.
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