No se asemeja a ninguno.
Aquel que busco
puede suspirar con el olor a humedad.
Sus dedos pesados
despuntan frutos verdes y
tiene alas musicales
que suenan a río seco,
contrapunto del corazón.
Busca un destello
entre líneas paralelamente deformes
y rozan sus ojos
los colores de un eterno pintor.
Sabe amar,
de la forma que todos han olvidado.
Sabe olvidar,
como la primera vez que se ama.
No se asemejan a ninguno.
Aquellos que busco
son húmedos, pesados,
verdes, musicales y paralelamente deformes.
Son un lienzo sus cuerpos,
hilos sus pensamientos.
Ausentes y sombríos
pero con mucho más color
que una vela sin paisaje.
Aquel que busco
no sabe perdonar lo que no se ha dicho.
Amarra sus zapatos dos veces
aunque sólo una pase el camino.
Aquellos que busco pueden y deben gritarme
aunque yo esté olvidada,
enmohecida y condenada
a vivir fuera del paraíso.
1 comentario:
Que bello Lya, dibujas con tus palabras, cosas muy sentidas, profundas.
Una caricia para el alma tu bella manera de expresar!!!!
Silvi de Argentina
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