Es imposible
no humedecer el ojo
cuando los pájaros saludan las auroras
y las praderas en mis manos
son pequeños jardines que despiertan.
En la disputa de pan
entre un hombre y un perro
amanece a camino incierto
se avivan todos los pasos
las rosas y los parques
porque no se puede dormir
y sonreír al mismo tiempo.
Amanece…
Inútilmente la calle intenta hacer silencio
o tal vez puedo ser yo
tapándole los oídos a un día
incapaz de despabilar
cuanto recuerdo hubo de anoche.
1 comentario:
Doble eeeeeh :D
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