viernes, 7 de noviembre de 2008
Distancia I
Actor de reparto
martes, 21 de octubre de 2008
La mancha en el papel
A Nataly, quien me hizo olvidar y creció a mi lado.
Lo que significa ver
una manchita roja
sobre el papel.
Pudo haber sido
un pétalo seco
o un confite derretido;
una gota de fresco
o el labial extra.
La mancha en el papel
es la salvación ilusa
de una pasado de niños;
es el color de la pasión
o el de la muerte certera.
Es la sangre nueva
o aquella que sale del cuerpo.
Es eso que nunca estuvo
y al final fue producto
de un miedo doloroso.
La mancha roja,
esa, la del papel,
es la risa entre amigas
por dejar atrás
la ingenuidad y la sencillez.
jueves, 16 de octubre de 2008
Amarillo y azul
Ojalá hubiera un pintura para hacer que no me vieras
Es tan verde
como los adoquines
tontamente ordenados
que juntos forman un girasol
en la plaza del pueblo.
Tan verde
como esos muchachos
que aún no se han declarado
amor eterno
más que compartiendo
un queque de chocolate.
Verde
como esa niña
que carga el bolso de una madre,
cual niñera principiante,
con pijamas y chupones
de un niño recien nacido.
Como la manzana
en manos de la tonta de la clase,
tratando de evidenciar
su total delicadeza.
Igual que la envidia
de unos ojos flaquísimos
que añoran un poco de carne
para que los gusanos,
cuando muera,
puedan dejar
una concavidad vacía.
verde
susurro
verde
cadencia
verde
muerte
Verde
al igual
que los confites de la piñata
en la última fiesta
a la que asistió.
Tan verde
que se asemeja al cansancio
de un hombre sin zapatos,
aburrido de esperar
a la orilla de la acera.
Es tan verde
que olvidó
desde hace tiempo
cuál era su color favorito.
jueves, 2 de octubre de 2008
¿Qué haré con flores y pedazos de papel?
Haré relucir
el brillo de mis ojos
y la sonrisa que cada amanecer
ponen en mis labios
esos ángeles tornasol.
Cada pétalo,
una lágrima que dejan en mi vida
esos instantes,
un arrullo eternizado
entre multitud de colores.
Cada pedazo de papel,
mi tinta consumida
entre madrugadas celestes,
entre matutino renacer.
Naturalmente:
yo
Para mis dos hermanos del alma: Jeff y Kike... Gracias por estar ahí siempre. Soy muy afortunada de tenerlos a mi lado. Los quiero muchísimo
martes, 23 de septiembre de 2008
Venta de garaje
Vendo
unas zapatillas marrón,
seis billetes rotos
y una canasta llena de naranjas;
el taller de mi abuelo,
la estampita de Ecuador
que se refleja en el espejo,
y una botellita de colonia.
(En la sección de objetos baratos
pongo los cuadernos de piano de Chopin,
la obra completa de Los Panchos,
dos versos de Gloria Fuentes,
y un libro que no conozco).
Si compra un par de cordones
se puede llevar
-a mitad de precio-
cierta clase de felicidad,
originada en Argentina,
en una cabaña de Buenos Aires,
para ser exactos.
Abro
un especial de dos por uno,
donde tengo relojes,
pares de medias,
cepillos para el cabello,
estuches,
semillas,
tazas de café,
una carreta
y un frasco
con las lágrimas de un ciego.
Vendo
el título de una novela,
tornillos para bicicleta
y una pomada que rejuvenece las manos.
Vendo también lazos de felpa,
peluches de animales:
monos, conejos, elefantes.
Esto es de ayer:
un retrovisor que conserva
la mirada alegre de un chofer;
(tratamos de limpiarlo,
pero sorprendentemente nada puede
contra esa mancha).
¿Se pregunta
por el precio de estas reliquias?
Todo depende del objeto.
Pero
a veces,
olvido marcar los objetos.
Los compradores los llevan
por sumas módicas,
un pestañeo
o un desesperado gesto
ante la paciencia
con que cada uno de ellos
es envuelto.
unas zapatillas marrón,
seis billetes rotos
y una canasta llena de naranjas;
el taller de mi abuelo,
la estampita de Ecuador
que se refleja en el espejo,
y una botellita de colonia.
(En la sección de objetos baratos
pongo los cuadernos de piano de Chopin,
la obra completa de Los Panchos,
dos versos de Gloria Fuentes,
y un libro que no conozco).
Si compra un par de cordones
se puede llevar
-a mitad de precio-
cierta clase de felicidad,
originada en Argentina,
en una cabaña de Buenos Aires,
para ser exactos.
Abro
un especial de dos por uno,
donde tengo relojes,
pares de medias,
cepillos para el cabello,
estuches,
semillas,
tazas de café,
una carreta
y un frasco
con las lágrimas de un ciego.
Vendo
el título de una novela,
tornillos para bicicleta
y una pomada que rejuvenece las manos.
Vendo también lazos de felpa,
peluches de animales:
monos, conejos, elefantes.
Esto es de ayer:
un retrovisor que conserva
la mirada alegre de un chofer;
(tratamos de limpiarlo,
pero sorprendentemente nada puede
contra esa mancha).
¿Se pregunta
por el precio de estas reliquias?
Todo depende del objeto.
Pero
a veces,
olvido marcar los objetos.
Los compradores los llevan
por sumas módicas,
un pestañeo
o un desesperado gesto
ante la paciencia
con que cada uno de ellos
es envuelto.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
El tiempo ya no te pertenece
Zarpaste con cautela
a través de tormentosos ríos
y quisiste esconder
mi calma soleada y absurda.
a través de tormentosos ríos
y quisiste esconder
mi calma soleada y absurda.
Hoy decides que tu tiempo
es sólo mi pequeñez desorbitada,
mi febril canto valiente...
Tu tiempo es lo que no tengo.
es sólo mi pequeñez desorbitada,
mi febril canto valiente...
Tu tiempo es lo que no tengo.
Ya no sirve un robusto cuerpo;
ya no es tierra capaz de cargar
las raíces quebradas
por la ausencia de esperanza.
ya no es tierra capaz de cargar
las raíces quebradas
por la ausencia de esperanza.
Mi campo no es tu espacio
y mi capullo cerrado
es ahora más compacto,
más incierto, más oscuro.
No podemos gritar
que quisimos ser asesinos
de un mañana descubierto,
pues ni tú alcanzaste ese momento
ni yo impulsé tu vuelo.
Hoy decidí que mi tiempo
es sólo tu pensamiento eterno,
tu fugaz deseo incompleto...
Mi tiempo es lo que ya no encuentro.
y mi capullo cerrado
es ahora más compacto,
más incierto, más oscuro.
No podemos gritar
que quisimos ser asesinos
de un mañana descubierto,
pues ni tú alcanzaste ese momento
ni yo impulsé tu vuelo.
Hoy decidí que mi tiempo
es sólo tu pensamiento eterno,
tu fugaz deseo incompleto...
Mi tiempo es lo que ya no encuentro.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Quiero robar el destello de tus huesos
Intento descifrar
el desatino en tus pupilas
y esos brazos carnosos
que buscan mi desconcierto
con caricicas audibles, sonoras.
Retuerces mis entrañas
con manos suaves y tentadoras
que alcanzan mis silencios.
Me tomas viva,
llena, completa...
indefensa.
Un paisaje brumoso pintas
y tu pecho resuena en mi andar;
me devoras entera
en vuelo fugaz,
nocturno y paciente.
¿Y ahora?
Ahora sólo me entregas
de nuevo al sigilo...
cargando de ansiedad
mi tiempo,
dejando en mis labios
aire impuro y triste,
sinsabor de ilusa fantasía.
lunes, 25 de agosto de 2008
Escaleras del tiempo
Esta es mi melodía:
ya no soy
aquel fugaz desconsuelo
que brumoso y escurridizo
se dejó caer
sobre rojos lirios.
Tengo unas manos rasgadas
por la lejanía marchita
de un reloj inconsolable
y un soleado oscurecer.
La inocencia con armonioso paso
olvida en mi memoria
la soledad de fracasos ausentes.
Si te invento un paisaje,
¿podrías llenar de vida
un campo de desencanto?
Ya no soy
aquel incierto templo
en donde tu aroma se postraba
inhabitable y blando...
¿te han contado, alguna vez,
de ese absurdo y tentador anhelo
que llevo grabado
en mis alas de cartón?
Yo no intento saborear
los riachuelos cálidos
que algunas veces empapan
el frondoso palpitar
de tu sombrero ancho y perdido,
ni tampoco cubro con cristales
ese suspirar extenso
que te condena malherido.
He visto tus ojos
carcomiendo mi esperanza
frente a versos incompletos,
junto al mar de tu silencio,
y despojos azulados
cubren una a una
las cicatrices de mis pechos,
tus delirios, mis vacíos.
Mi melodía es esta:
te invito a caminar
a costas de lo eterno,
sin olvidar cada respiro
que por equivocación dejamos
sobre lo que ayer
dejamos de ser.
lunes, 18 de agosto de 2008
Seamos naturaleza
Déjame ser agua
que nutra tus raíces
y deshoje sutilmente
el más profundo dolor.
No me impidas abonar
cada filamento de tus manos
para que crezcas así
entre higueras secas.
Permite que este pétalo
caiga sobre tierra húmeda,
se funda con ella
y germine en cada amanecer.
Seamos los dos:
agua y tierra...
preparemos el espacio
para la semilla
que el tiempo intenta sembrar.
domingo, 10 de agosto de 2008
Pronombre personal
domingo, 3 de agosto de 2008
Llanto vírgen
¿Qué hace uno cuando no hay palabras ni títulos en el corazón? ¿Qué hacemos en ese silencio que trata de decir lo que nunca antes pudimos gritar? Toda una vida esperando ver nuestra alma descubierta... y cuando llega el momento el corazón se abre inmenso y nada cabe en el pecho... nada....
Voces surcan la distancia.... ángeles con alas escondidas.... un par de mortales que extendieron sus brazos y se fundieron en esa soledad murmurante... en un interminable abrazo...
Voces surcan la distancia.... ángeles con alas escondidas.... un par de mortales que extendieron sus brazos y se fundieron en esa soledad murmurante... en un interminable abrazo...
Llanto virgen....donde dos almas se liberan y sin atraso entregan sus lágrimas al bondadoso corazon compañero...
No te vayas, que yo prometo quedarme ahí para ti....
Gracias Kike... Mi corazón es inmensamente feliz...
No te vayas, que yo prometo quedarme ahí para ti....
Gracias Kike... Mi corazón es inmensamente feliz...
Llanto vírgen
Sólo recuerda que eres sensible
y que en cada resquicio de tu pecho
se mete un rayito de claridad,
esa delgada línea blanca,
la que ilumina mi desgastado palpitar.
Línea blanca delgada… pero profunda
que cala en nuestra memoria
y explota la sensibilidad del pensamiento
excita al corazón
que se rinde dibujando un camino de paloma negra
sobre mis mejillas.
Sé que sientes…. Yo lo sé.
y alimentas el brillo de mis ojos
con cada susurro de instantes;
absorbes la inmensidad
y la postras en una sola caricia.
Rasguñas mi mirada
y callo los gritos del lápiz,
ternura de algodón
y desquicio de mi canción.
Hoy mis manos dibujan sin color
y mis pies descalzos brincan
sobre bellas rosas punzantes, sin dolor.
Hay aire en tus dedos,
claro y fresco como rocío,
absoluto…
Revives así mis sentidos
para que cada uno sea un latido
sobre espejismos equilibrados.
No quiero escribir
esto que me hace vivir.
Día tras día lucho
por saber qué sentir…
cansado de negarme el disfrute de reír.
Respiran palabras jóvenes en mi mente,
añejas miradas que vierten
cantos de liberación.
Yo sé que sientes… que sentimos.
yo sé que somos eternamente amaneceres.
Oscuros y suaves
tonalidad y ritmos fundidos.
Escribo sobre el viento,
el tiempo tatúa su sonrisa en mi piel…
Ella como tu amante fiel
sabe que me hace bien…
aplaudo su calor,
su abrazo de sol mayor.
Su armonía ata mi andar…
Sus pasos, los míos…
Junto a él, en la lejanía,
acaricio su sutil callar.
Fusión de sexos:
uno suave y hermoso como el algodón;
otro que orgulloso recupera su canción.
Amantes de la poesía
que hoy viste la noche de locomoción…
Escriben sobre la mirada
uno del otro
y grafican sensaciones sin control.
Senderos cargados de luz…
Él posee mi lágrima escondida,
mi voz quebrada y tambaleante.
Se adueñó de mi música y mi soledad,
de mi temor y mi debilidad… me trasformó.
¿Qué puedo ofrecerle a cambio?
Sólo palabras vestidas de azul,
disfrazadas de eterna compañía.
La soledad se comparte
con el llanto y el canto…
¿Qué más fuerte
que aquella flor que decidió ser mariposa?
De cada pétalo un ala…
de cada ala una nota,
con aleteos musicales
fortalece mi desgastada armonía…
Gracia sobre su fuerza
y tristeza por las pisadas sin control
que hoy ríen
culminando un nuevo sol.
y que en cada resquicio de tu pecho
se mete un rayito de claridad,
esa delgada línea blanca,
la que ilumina mi desgastado palpitar.
Línea blanca delgada… pero profunda
que cala en nuestra memoria
y explota la sensibilidad del pensamiento
excita al corazón
que se rinde dibujando un camino de paloma negra
sobre mis mejillas.
Sé que sientes…. Yo lo sé.
y alimentas el brillo de mis ojos
con cada susurro de instantes;
absorbes la inmensidad
y la postras en una sola caricia.
Rasguñas mi mirada
y callo los gritos del lápiz,
ternura de algodón
y desquicio de mi canción.
Hoy mis manos dibujan sin color
y mis pies descalzos brincan
sobre bellas rosas punzantes, sin dolor.
Hay aire en tus dedos,
claro y fresco como rocío,
absoluto…
Revives así mis sentidos
para que cada uno sea un latido
sobre espejismos equilibrados.
No quiero escribir
esto que me hace vivir.
Día tras día lucho
por saber qué sentir…
cansado de negarme el disfrute de reír.
Respiran palabras jóvenes en mi mente,
añejas miradas que vierten
cantos de liberación.
Yo sé que sientes… que sentimos.
yo sé que somos eternamente amaneceres.
Oscuros y suaves
tonalidad y ritmos fundidos.
Escribo sobre el viento,
el tiempo tatúa su sonrisa en mi piel…
Ella como tu amante fiel
sabe que me hace bien…
aplaudo su calor,
su abrazo de sol mayor.
Su armonía ata mi andar…
Sus pasos, los míos…
Junto a él, en la lejanía,
acaricio su sutil callar.
Fusión de sexos:
uno suave y hermoso como el algodón;
otro que orgulloso recupera su canción.
Amantes de la poesía
que hoy viste la noche de locomoción…
Escriben sobre la mirada
uno del otro
y grafican sensaciones sin control.
Senderos cargados de luz…
Él posee mi lágrima escondida,
mi voz quebrada y tambaleante.
Se adueñó de mi música y mi soledad,
de mi temor y mi debilidad… me trasformó.
¿Qué puedo ofrecerle a cambio?
Sólo palabras vestidas de azul,
disfrazadas de eterna compañía.
La soledad se comparte
con el llanto y el canto…
¿Qué más fuerte
que aquella flor que decidió ser mariposa?
De cada pétalo un ala…
de cada ala una nota,
con aleteos musicales
fortalece mi desgastada armonía…
Gracia sobre su fuerza
y tristeza por las pisadas sin control
que hoy ríen
culminando un nuevo sol.
miércoles, 16 de julio de 2008
De lugares, rincones y sitios
Cada rincón queda inconcluso:
bajo la mesa, en una esquina,
sobre el tejado o junto a la leña...
ningún espacio se cierra.
Los lugares son abiertos
y aceptan toda clase
de objetos deliciosos:
manecillas de relojes, flores,
botellitas de plástico, hojas,
monedas, pinceles
y demás artefactos inusuales.
Muchos sitios
se reservan el derecho de admisión
cuando otros
sólo detienen violentamente:
sobre el umbral
un letrero algo manchado,
sin precisión ortográfica,
"Oi, martez, proivida la hentrada
a quien corrija ezte mensage"
miércoles, 9 de julio de 2008
Aquellos que busco
No se asemeja a ninguno.
Aquel que busco
puede suspirar con el olor a humedad.
Sus dedos pesados
despuntan frutos verdes y
tiene alas musicales
que suenan a río seco,
contrapunto del corazón.
Busca un destello
entre líneas paralelamente deformes
y rozan sus ojos
los colores de un eterno pintor.
Sabe amar,
de la forma que todos han olvidado.
Sabe olvidar,
como la primera vez que se ama.
No se asemejan a ninguno.
Aquellos que busco
son húmedos, pesados,
verdes, musicales y paralelamente deformes.
Son un lienzo sus cuerpos,
hilos sus pensamientos.
Ausentes y sombríos
pero con mucho más color
que una vela sin paisaje.
Aquel que busco
no sabe perdonar lo que no se ha dicho.
Amarra sus zapatos dos veces
aunque sólo una pase el camino.
Aquellos que busco pueden y deben gritarme
aunque yo esté olvidada,
enmohecida y condenada
a vivir fuera del paraíso.
Aquel que busco
puede suspirar con el olor a humedad.
Sus dedos pesados
despuntan frutos verdes y
tiene alas musicales
que suenan a río seco,
contrapunto del corazón.
Busca un destello
entre líneas paralelamente deformes
y rozan sus ojos
los colores de un eterno pintor.
Sabe amar,
de la forma que todos han olvidado.
Sabe olvidar,
como la primera vez que se ama.
No se asemejan a ninguno.
Aquellos que busco
son húmedos, pesados,
verdes, musicales y paralelamente deformes.
Son un lienzo sus cuerpos,
hilos sus pensamientos.
Ausentes y sombríos
pero con mucho más color
que una vela sin paisaje.
Aquel que busco
no sabe perdonar lo que no se ha dicho.
Amarra sus zapatos dos veces
aunque sólo una pase el camino.
Aquellos que busco pueden y deben gritarme
aunque yo esté olvidada,
enmohecida y condenada
a vivir fuera del paraíso.
Pseudorquesta
-Piano: yo cantaré, to tocaré
en breve escala ascendente,
de grave a agudo
mi resonar se oirá.
-Quena: estoy triste,
oscura y perdida...
¿Qué acaso no lo notan?
Estoy ausente... no sonaré.
-Corno: ¡no puedo!
he desafinado como nunca.
Soy un instrumento a la deriva....
Mañana me repondré.
-Violín: se reventó mi alma,
las crines no están enceradas.
Me quema la piel,
me desgarro en llanto.
-Guitarra: son seis cuerdas;
No ocho ni doce...
son seis cuerdas...
matiz de claridad aislada.
-Trompeta: me ahogo...
me falta el aire...
necesito tu beso profundo,
tu movimiento de lengua
entre mi fría piel.
-Chelo: pesa mi canto,
lejano y cerrado.
¡No me dejen solo,
no puedo mantenerme en pie!
-Tambor: hueco y vacío,
no puedo ser diferente.
Soporta la ira
de un enérgico brazo
que se descarga en mí...
soporto...
-Flauta: mundos azules pinto
con un sólo soplido.
Luz obsoleta y llana,
clamo por un corazón.
-Director: ....... (no responde)
en breve escala ascendente,
de grave a agudo
mi resonar se oirá.
-Quena: estoy triste,
oscura y perdida...
¿Qué acaso no lo notan?
Estoy ausente... no sonaré.
-Corno: ¡no puedo!
he desafinado como nunca.
Soy un instrumento a la deriva....
Mañana me repondré.
-Violín: se reventó mi alma,
las crines no están enceradas.
Me quema la piel,
me desgarro en llanto.
-Guitarra: son seis cuerdas;
No ocho ni doce...
son seis cuerdas...
matiz de claridad aislada.
-Trompeta: me ahogo...
me falta el aire...
necesito tu beso profundo,
tu movimiento de lengua
entre mi fría piel.
-Chelo: pesa mi canto,
lejano y cerrado.
¡No me dejen solo,
no puedo mantenerme en pie!
-Tambor: hueco y vacío,
no puedo ser diferente.
Soporta la ira
de un enérgico brazo
que se descarga en mí...
soporto...
-Flauta: mundos azules pinto
con un sólo soplido.
Luz obsoleta y llana,
clamo por un corazón.
-Director: ....... (no responde)
Análisis corporal
Mi voz es defectuosa
desentona y desafina
junto a la mese del poeta.
No acompaña
a ningún errante
ni aprisiona a la soledad
entre cuatro celdas.
Alada y fugaz
susurra el desencanto,
serena e inconclusa
cierra dos eternidades.
Mi voz es aire
vida y girasol...
mi voz es
del oído que la quiera escuchar
desentona y desafina
junto a la mese del poeta.
No acompaña
a ningún errante
ni aprisiona a la soledad
entre cuatro celdas.
Alada y fugaz
susurra el desencanto,
serena e inconclusa
cierra dos eternidades.
Mi voz es aire
vida y girasol...
mi voz es
del oído que la quiera escuchar
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