miércoles, 16 de diciembre de 2015

Barco quieto

Las tardes como hoy
deberían tener nombre de verbo
como decirles barco quieto
cuyo regreso a tierra firme
mide lo que el sol en el horizonte.
No hay rutas, solo canto
de nubes y flores
sembradas en forma de amor
bajo mis pies solos, sin ciudad.
Las podría llamar veranera
cosecha de café... verolís
tarde de viento desteñido
de manos amarradas por misterios
que vuelven a sembrar la fe.

lunes, 19 de octubre de 2015

Más y mar adentro



 A José Mario

Hay una playa:
estás vos apenas innombrable
con tantos años encima
que casi no se te ven los atardeceres.
Hay olas suaves
de esas capaces de gritar sonrisas
en los rostros que ya no vemos
como el tuyo y el mío
que no se encontraban.
¿Era vos o solo espuma?

Hay una playa
una sonrisa
y tantos años perdidos
hay un descuido
un recuerdo
un llanto de tantos
como mar que nos ahoga.
Estás vos
en otro lado
como agua
como ola que retrocede
más y mar adentro.

sábado, 3 de octubre de 2015

Los ojos de Alicia




Ya no me muerdo las uñas, ahora me como los ojos 
Erika Kuhn


Los ojos de Alicia
no son de setiembre ni de lunas
o de partículas de luz entre las celosías.
Nunca tratan de imitar
el profundo dolor de una calle amplia
que lleva el récord
de dormir hombres y niños sin casa.
No sé de dónde son esos ojos
o a cuántas de sus pestañas
se les pide deseos.
Los ojos de alicia
sin mayúsculas
no son los de mis manos
no son la dicha.
Ni densos, ni negros
Ni ojos.
Ojos de niña y salto
que se ven como canción de piano
una que todavía no me aprendo.
Alicia tiene ojos de no redondo.
Sus ojos no son mis ojos.
Ya no me muerdo las uñas, ahora me como los ojos / Erika Kuhn



jueves, 1 de octubre de 2015

Sinestesia



Los martes me saben
a mango verde con sal
y una pizca de azul-celeste.
Tengo tres palabras con olor a vainilla
y cada vez que toco mi cama
viene a invadirme un sonido limpio
como el de dios abriendo los ojos.
Mis hermanos saben
a pan casero de abuela Margarita
quien como su nombre lo dice
es una flor con olor a blanco
mi papá brilla con sonidos claros
y mamá, mamá escucha todos los colores.
Las ventanas, los buses y los libros
suenan a bienvenida
una que en silencio me sonríe.
Siempre que cocino algo
te recuerdo a vos, amigo,
perdido en el sueño de las noche
capaz de recordarme como sea.
Esta ciudad
me saben a una sola cosa:
a dulce de leche y eternidad
a pino y cereal tostado
a violeta y limón ácido.
Yo misma huelo a días
siembro terciopelo en eras profundas
y me voy a contar hazañas
sin más que dos ojos, 
un olor...
todas palabras.

viernes, 7 de agosto de 2015

Ciudad adoquín


Hoy te extraño, San José,
imagino tus venas llenas de gente
cargadas de un adoquín que
 en sí mismo
parece otra ciudad.
Extraño tu voz de voces
ese clamor en cada calle
la verdad de tus ancestros
metida en museos
contada en callejones llenos de música
de poetas, de cómplices.
Te recuerdo a diario, plausible
tus rostros me son ahora ajenos
pero los evoco
sueño con ellos desde esta pradera.
Extraño tu conocimiento
resumido en cabelleras sueltas
en sandalias cuyos pies no se esconden
en libros sin final ni límites.
Jodidamente me hacés falta
no porque no te tenga al lado
en memorias cada vez más vivas
me dolés porque aunque estás
sigo aquí, de vez en cuando,
llorando como quien se ausenta
en tiempo y en silencio.

lunes, 26 de enero de 2015

Mañana será un después

Tantos aquí en la memoria
acompasan la verdad
y cuando el tiempo estalla
cada membrana es un hoy
no es pasado que se desteje
como para decir 
mañana será un después.
Un aquí lleva un arcoiris 
en cada dedo
suplica por un amor en la palabra
hila tres segundos por noche
para dormirse en paz
en esa paz que solo da 
la seguridad de olvidarse.
Otros muchos, divididos,
son aquís marchitos
Dejar ir
Erika Kuhn
de esos que uno ve y no entiende
mudos, lagrimosos.
Este aquí es un pájaro
de cuatro estaciones más un silencio
no le entiendo la mirada
porque más allá de ver
es de esas miradas que arremolinan
cada existir del mundo
es un aquí con alas de aguacero.
Un aquí vino a caminarme
para perseguir las noches
cada uno con saltos de humo
en este poco recuerdo.
Entre tanto lugar solo es ahora
por eso no concibo este pensar 
a mí nadie me dijo qué sentir
solo me dieron una vida.
Yo la hubiera querido sin memoria.