viernes, 13 de febrero de 2009

En el sur habita una estrella


A Silvina


Tus cabellos largos y ondulados
te ayudan a contar
los años transcurridos
las noches sin sueño
la suavidad de unos besos.


Tus hijas
sobreviven al tiempo
y multiplican tus mañanas
eternizan un segundo
cuando sus brazos
rodean tu cuello.
Convierten tu pena en fuerza
tu silencio en besos dorados
tu sueño en futuro certero.
Tus letras
descubren la esencia del alma
abren pétalos con dulzura
y olvidan los años de ausencia.
Han inventado un mundo
mágicos susurros al aire
desvelos abiertos y limpios
pedazos de mar o de arena.

Mi barco de papel viaja al sur
carretera mil sonrisas.

Sólo intento cubrirte de soles
jugar con mis manos inquietas
y recordarte que aquí
en este pecho
guardo tu paz como seda.

Toda tú envuelta en oro
congelada en un destello
que alumbra muchos caminos desiertos.

Si me pidieran tu nombre
Inventaría un lucero
Lenta y pausada
Vería amaneceres en la ventana
Igual que todos
Nacerían en mi los sueños
Ausentes y sonoros.

Estas ahí.
Te di un nombre de versos
del color de tu cabello
con dulzura como niña
con letras encubiertas,
desciendes...

Quédate quieta un segundo
que solo quiero llenar tu cielo
con pequeñas imágenes de agua
con mi pluma inspirada en tu rostro.

Quédate
como una tarde que nunca acaba:
tú.

lunes, 2 de febrero de 2009

Aves de paso


Dejaré que las golondrinas
hagan su nido en primavera
y se instalen en mi tronco marchito
para avivarlo con cantos eternos.

Polifónico manto de trinos
cubrirá mis flores oscuras
y tejerá una melodioso sensación
olvidada con el pasar de los años.

Las golondrinas
se alimentan con mi carne,
beben la savia de mis noches
y sobreviven junto a mi.

Sentiré cómo su calor mañanero
inventa un paraje momentáneo,
cómo su fugaz resplandor
habla de tiempos completos.

Dejaré que las golondrinas
hagan su nido en primavera.
Mañana será invierno
y el el frío se apoderará nuevamente de mis campos.