lunes, 25 de agosto de 2008

Escaleras del tiempo


Esta es mi melodía:

ya no soy

aquel fugaz desconsuelo

que brumoso y escurridizo

se dejó caer

sobre rojos lirios.

Tengo unas manos rasgadas

por la lejanía marchita

de un reloj inconsolable

y un soleado oscurecer.

La inocencia con armonioso paso

olvida en mi memoria

la soledad de fracasos ausentes.

Si te invento un paisaje,

¿podrías llenar de vida

un campo de desencanto?

Ya no soy

aquel incierto templo

en donde tu aroma se postraba

inhabitable y blando...

¿te han contado, alguna vez,

de ese absurdo y tentador anhelo

que llevo grabado

en mis alas de cartón?

Yo no intento saborear

los riachuelos cálidos

que algunas veces empapan

el frondoso palpitar

de tu sombrero ancho y perdido,

ni tampoco cubro con cristales

ese suspirar extenso

que te condena malherido.

He visto tus ojos

carcomiendo mi esperanza

frente a versos incompletos,

junto al mar de tu silencio,

y despojos azulados

cubren una a una

las cicatrices de mis pechos,

tus delirios, mis vacíos.

Mi melodía es esta:

te invito a caminar

a costas de lo eterno,

sin olvidar cada respiro

que por equivocación dejamos

sobre lo que ayer

dejamos de ser.

lunes, 18 de agosto de 2008

Seamos naturaleza


Déjame ser agua

que nutra tus raíces

y deshoje sutilmente

el más profundo dolor.


No me impidas abonar

cada filamento de tus manos

para que crezcas así

entre higueras secas.


Permite que este pétalo

caiga sobre tierra húmeda,

se funda con ella

y germine en cada amanecer.


Seamos los dos:

agua y tierra...

preparemos el espacio

para la semilla

que el tiempo intenta sembrar.

domingo, 10 de agosto de 2008

Pronombre personal


Aunque ya no soy aquella
y tú también has cambiado un poco,
aún así seguimos siendo nosotros.

Y somos nosotros porque
no hemos dejado de ser aquellos....

aquel,

porque tú y yo somos uno,
una dual totalidad.

Tú, yo...
seguimos siendo los mismos:
aquellos ustedes para ellos,
estos nosotros para ti y para mi.

domingo, 3 de agosto de 2008

Llanto vírgen


¿Qué hace uno cuando no hay palabras ni títulos en el corazón? ¿Qué hacemos en ese silencio que trata de decir lo que nunca antes pudimos gritar? Toda una vida esperando ver nuestra alma descubierta... y cuando llega el momento el corazón se abre inmenso y nada cabe en el pecho... nada....
Voces surcan la distancia.... ángeles con alas escondidas.... un par de mortales que extendieron sus brazos y se fundieron en esa soledad murmurante... en un interminable abrazo...
Llanto virgen....donde dos almas se liberan y sin atraso entregan sus lágrimas al bondadoso corazon compañero...
No te vayas, que yo prometo quedarme ahí para ti....

Gracias Kike... Mi corazón es inmensamente feliz...


Llanto vírgen
Sólo recuerda que eres sensible
y que en cada resquicio de tu pecho
se mete un rayito de claridad,
esa delgada línea blanca,
la que ilumina mi desgastado palpitar.


Línea blanca delgada… pero profunda
que cala en nuestra memoria
y explota la sensibilidad del pensamiento
excita al corazón
que se rinde dibujando un camino de paloma negra
sobre mis mejillas.


Sé que sientes…. Yo lo sé.
y alimentas el brillo de mis ojos
con cada susurro de instantes;
absorbes la inmensidad
y la postras en una sola caricia.

Rasguñas mi mirada
y callo los gritos del lápiz,
ternura de algodón
y desquicio de mi canción.
Hoy mis manos dibujan sin color
y mis pies descalzos brincan
sobre bellas rosas punzantes, sin dolor.

Hay aire en tus dedos,
claro y fresco como rocío,
absoluto…
Revives así mis sentidos
para que cada uno sea un latido
sobre espejismos equilibrados.

No quiero escribir
esto que me hace vivir.
Día tras día lucho
por saber qué sentir…
cansado de negarme el disfrute de reír.
Respiran palabras jóvenes en mi mente,
añejas miradas que vierten
cantos de liberación.


Yo sé que sientes… que sentimos.
yo sé que somos eternamente amaneceres.
Oscuros y suaves
tonalidad y ritmos fundidos.


Escribo sobre el viento,
el tiempo tatúa su sonrisa en mi piel…
Ella como tu amante fiel
sabe que me hace bien…
aplaudo su calor,
su abrazo de sol mayor.


Su armonía ata mi andar…
Sus pasos, los míos…
Junto a él, en la lejanía,
acaricio su sutil callar.

Fusión de sexos:
uno suave y hermoso como el algodón;
otro que orgulloso recupera su canción.
Amantes de la poesía
que hoy viste la noche de locomoción…
Escriben sobre la mirada
uno del otro
y grafican sensaciones sin control.

Senderos cargados de luz…
Él posee mi lágrima escondida,
mi voz quebrada y tambaleante.
Se adueñó de mi música y mi soledad,
de mi temor y mi debilidad… me trasformó.
¿Qué puedo ofrecerle a cambio?
Sólo palabras vestidas de azul,
disfrazadas de eterna compañía.

La soledad se comparte
con el llanto y el canto…
¿Qué más fuerte
que aquella flor que decidió ser mariposa?
De cada pétalo un ala…
de cada ala una nota,
con aleteos musicales
fortalece mi desgastada armonía…
Gracia sobre su fuerza
y tristeza por las pisadas sin control
que hoy ríen
culminando un nuevo sol.

miércoles, 16 de julio de 2008

De lugares, rincones y sitios


Cada rincón queda inconcluso:

bajo la mesa, en una esquina,

sobre el tejado o junto a la leña...

ningún espacio se cierra.


Los lugares son abiertos

y aceptan toda clase

de objetos deliciosos:

manecillas de relojes, flores,

botellitas de plástico, hojas,

monedas, pinceles

y demás artefactos inusuales.


Muchos sitios

se reservan el derecho de admisión

cuando otros

sólo detienen violentamente:

sobre el umbral

un letrero algo manchado,

sin precisión ortográfica,

"Oi, martez, proivida la hentrada

a quien corrija ezte mensage"

miércoles, 9 de julio de 2008

Aquellos que busco

No se asemeja a ninguno.
Aquel que busco
puede suspirar con el olor a humedad.
Sus dedos pesados
despuntan frutos verdes y
tiene alas musicales
que suenan a río seco,
contrapunto del corazón.
Busca un destello
entre líneas paralelamente deformes
y rozan sus ojos
los colores de un eterno pintor.
Sabe amar,
de la forma que todos han olvidado.
Sabe olvidar,
como la primera vez que se ama.
No se asemejan a ninguno.
Aquellos que busco
son húmedos, pesados,
verdes, musicales y paralelamente deformes.
Son un lienzo sus cuerpos,
hilos sus pensamientos.
Ausentes y sombríos
pero con mucho más color
que una vela sin paisaje.
Aquel que busco
no sabe perdonar lo que no se ha dicho.
Amarra sus zapatos dos veces
aunque sólo una pase el camino.
Aquellos que busco pueden y deben gritarme
aunque yo esté olvidada,
enmohecida y condenada
a vivir fuera del paraíso.

Pseudorquesta

-Piano: yo cantaré, to tocaré
en breve escala ascendente,
de grave a agudo
mi resonar se oirá.

-Quena: estoy triste,
oscura y perdida...
¿Qué acaso no lo notan?
Estoy ausente... no sonaré.

-Corno: ¡no puedo!
he desafinado como nunca.
Soy un instrumento a la deriva....
Mañana me repondré.

-Violín: se reventó mi alma,
las crines no están enceradas.
Me quema la piel,
me desgarro en llanto.

-Guitarra: son seis cuerdas;
No ocho ni doce...
son seis cuerdas...
matiz de claridad aislada.

-Trompeta: me ahogo...
me falta el aire...
necesito tu beso profundo,
tu movimiento de lengua
entre mi fría piel.

-Chelo: pesa mi canto,
lejano y cerrado.
¡No me dejen solo,
no puedo mantenerme en pie!

-Tambor: hueco y vacío,
no puedo ser diferente.
Soporta la ira
de un enérgico brazo
que se descarga en mí...
soporto...

-Flauta: mundos azules pinto
con un sólo soplido.
Luz obsoleta y llana,
clamo por un corazón.

-Director: ....... (no responde)