domingo, 24 de junio de 2012

Un minuto de sábado



El tiempo decorado con carruseles
me sabe a vos
en cada tanto de vida que se acurruca
por las calles llenas de pasos.
Cuento horas sin días
me propongo reinventar al sol
mientras reverdece uno que otro arrullo
esas delicadas parcelas del momento.
Si nos damos la vuelta por el alba
hemos de mirar las manos oscuras
                               lloviendo
                               soleadas
con celajes de caricias y diluvios…
he de mirarte a vos sin cuentas
pegándole al cielo con destellos
esas lunas que acumulamos.
Concluyo entonces que somos seres inmediatos
dueños de este minuto de sábado
cargado de pormenores y detalles
de un tiempo incontable
que solo atina a decir: “Ahora”.

3 comentarios:

tecla dijo...

Qué bien escribes, amiga del alma. Tu poema es como un aliento en el que me sumerjo.

Set Cel dijo...

Ahora es siempre todavía... decía Ismael repitiendo a Machado. Aunque hoy, aquí, sentado y con ganas de un respiro profundo, prefiero como lo decís vos. Gracias.

Marguiac dijo...

Minutísimo!!! Muy bueno.