lunes, 28 de marzo de 2011

Acuarela para dos


Quiero verte desnuda la quietud

regarte en pleno campo

con aquella tinta dulce, casi hirviente

llenarte poro a poro

de flores y silencios.


Dejar que se me escape el rostro

volver al detalle de tus lirios

puntiagudos, casi humanos

para cubrirte los muslos tibios

con trazos de carbón puro.


Cernir mareas de colores

para que renazcan pieles

en tu vientre, casi jardín

con ayuda de mis soles

con tu semilla seductora.


Reconstruir los campos

mientras las bocas

exprimen su sabia, casi un mar

Sin lucha ni paciencia

sin prisa y con soltura.


Quiero oírte en luz serena

con este par de ojos

aislados y soberbios, casi apóstoles

de tus líneas descubiertas

de tu paz inmóvil y sincera.

martes, 22 de marzo de 2011

Días sentados



Por qué entristecerse por mayo
si en cada esquina
aparecen vencidos todos los días.
En los sillones de piedra
se van quedando enlutados
los años y las esperas.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Siendo vos



A Marco

Vos…

Vos sos como un cristal, amigo,

cargado de espejitos de luz

en los que me puedo ver

la piel completa.

Tenés una inocencia

similar a la mia

porque te dividís en estaciones

para crecer como árbol

para vivir casi en flor

para volverte semilla

todas las noches.

Vos…

Vos sos como un silencio atento

cuando te ocultás de mi pupila

de los ojos de esta muchedumbre

que solamente espera tu figura

tu realidad en las palabras y los hechos.

Tenés alivio y coraje

único, como nadie,

para dejarte ir por las tardes

y volver en las mañanas

siendo vos,

siendo árbol,

siendo vos,

amigo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hombres de la tarde


Algunos hombres
siguen viendo la luna
con resplandor debajo,
como un sol celeste de la tarde
que abriga y entumece distante.
Otros encuentran a su paso
un manojo de lirios
que llaman cantando al cielo.

Quizás nos preguntamos
si esos son mejores
porque encuentran en los charcos
el mar de sus travesías
en los sombreros su pan diario
en un bastón un paso de baile
o en su corazón el universo.

A algunos hombres
Dios les apaga la luz todas las noches
para que piensen en el mañana
rebuscando formas
de cómo curar al mundo
de tanto déspota y tanto hambriento.
Otros cantan a las estrellas
mientras le coquetean a la luna
a aquella luna, casi sol, en tarde,
que aunque es la culpable
de que los llamen locos
es quien, al menos,
los hace cada vez más humanos.

jueves, 3 de febrero de 2011

Hija del color


Me has parido en verso
tantos años,
desubicando los techos
de mi cabeza soñadora,
que ya no me recuerdo opaca
que ya no me recuerdo trino.

Dicen que me trajiste a la vida
con tono desolado,
pero aún no sabes cantarme
aún desafinas mi nombre
al desechar mi algarabía
por las cadenas de tu historia.

No me niegues ser delirio,
arte vivo,
palpitar...
del vientre vine con arte
sin lujo ni resonancia.
No me niegues ser yo misma,
carbonizada y en color
del mundo me voy gritando
hacia la muerte en rebelión.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Desequilibrio





Sabe el sueño
al atardecer de los amores
y va desdoblando
su necesidad
de no errar en el canto.

Muchos pasos
recorren el desfile
de harapos y vitrinas
que destilan su poca
elocuencia y pesadez.

Poco a poco
se van durmiendo
los ingenuos y las risas
tejiendo una hilera
de adioses y deseos
que finalmente
han de secarse en diciembre.

Y así
se evapora
la magia de creer
en el mínimo sacrificio
de un desconocido
se obliga al pobre
a llenar su boca de oro
y el sueño
la pesadez de la conciencia
se hace efímero,
agrio...

La urgencia de lo humano
yace dispersa
en lo poco hombres
que ahora somos,
en la madre que engorda
su inconsciente naturaleza
y deshilacha el vientre de su niño
yace dispersa
en la rutina de cambiar
el corazón
casi una vez por mes
sin derecho a que palpite
por lo cruelmente asesinado.

Parecemos fieras
atacando
el último bocado de paciencia
gastando
la última petición al cielo.

Sabe esto
a maltrecha lucha
a estupidez contenida
por milenios
dentro de las mentes, en las manos...
es el más absurdo equilibrio
en el que día a día
se nos parte la cuerda en dos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cambiar el llanto


Bien se puede llorar
viendo el mar
o atilintando el cielo
en un subibaja;
depositar un pedacito
de ojo abierto
al creer en los relojes
y bastones
o cuando la aspereza
de los puños
estiran y encogen
el deseo de ser ángeles.

Bien se puede
cambiar el llanto
por una manzana
o por el periódico de almohada
que revienta el cansancio
de aquellos cuya lágrima
anda seca
buscando y rebuscando
una fuente donde nacer.

Enjugarse los ojos
cosiéndole alas
a las incrédulos
sembrándole otoño
a quien no ha visto el cielo
y reparándoles presentes
a los que se aferran al tiempo.

Bien se puede
llorar y llorar y llorar
escurridos por el trillo
que la luz y el corazón
van dejando;
cambiar la fuente movediza
capaz de cosechar
puntitas saladas y cristales.

Bien se puede
desgastar la fuga
en la vida misma
ser agua repetida
sin evaporar
ni un solo latido.