lunes, 25 de abril de 2011

ĝojo


Es cierto tanto deseo
en unos ojos que hablan y hablan
inventados con estelas rojizas
cada vez que se muere una aurora.

Un amor sonámbulo
descargado en liras y gritos
simplemente disuelto
en camas sudorosas
no me vale hoy para cargar
tanto pedazo de humano
que padece este cuerpo.

Tanta alegría
es febrilmente verdadera
absoluta
testaruda
porque se engendra
en ausencias y calores
cerca de las huellas
bien lejos del sabor del lirio.

Se regocija la tardanza
de cada respiro incontrolado
uno a uno se me van yendo
los residuos de derrota
y aquellos recuerdos
amontonados sobre la espera.

Y así se aprende.
Así se aprende a llorar
a ver pasar las caras y los vuelos.
Así aprendo.
Aprendo que cada una de mis vidas
lleva sin vivir
siglos de agua y trigo
tardes de viento y polen,
esta imagen de tierra
dispuesta en pasos.

Cierta es tanta algarabía
de poder ver restablecido
el corazón y los silencios:
la esencia absoluta
de un deseo apenas comprendido.

lunes, 11 de abril de 2011

Camas incompletas


Helos ahí
mirándose a los ojos
robándose las sábanas.

Tenues como la luz
a ciegas,
van deshaciendo
el que dirán
para contarse juntos
un cuento.

Se hacen pensar
en lechos
descritos para dos,
rebuscados
en luces artificiales.

Y los consiguen entre
risas y besos,
encuentran esa calma
de sus cuerpos cosidos
a una solo esperanza.

Tienden los corazones
uno sobre el otro
tapando el frío...
cuentan las estrellas
de promesas que se
quieren cumplir,
camino interminable.

Entonces, hay entre
cada palpitar,
un recuento de aquellas
sensaciones puras,
de estas realidades
que se respiran y
se sumergen
de los días y
las manos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Acuarela para dos


Quiero verte desnuda la quietud

regarte en pleno campo

con aquella tinta dulce, casi hirviente

llenarte poro a poro

de flores y silencios.


Dejar que se me escape el rostro

volver al detalle de tus lirios

puntiagudos, casi humanos

para cubrirte los muslos tibios

con trazos de carbón puro.


Cernir mareas de colores

para que renazcan pieles

en tu vientre, casi jardín

con ayuda de mis soles

con tu semilla seductora.


Reconstruir los campos

mientras las bocas

exprimen su sabia, casi un mar

Sin lucha ni paciencia

sin prisa y con soltura.


Quiero oírte en luz serena

con este par de ojos

aislados y soberbios, casi apóstoles

de tus líneas descubiertas

de tu paz inmóvil y sincera.

martes, 22 de marzo de 2011

Días sentados



Por qué entristecerse por mayo
si en cada esquina
aparecen vencidos todos los días.
En los sillones de piedra
se van quedando enlutados
los años y las esperas.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Siendo vos



A Marco

Vos…

Vos sos como un cristal, amigo,

cargado de espejitos de luz

en los que me puedo ver

la piel completa.

Tenés una inocencia

similar a la mia

porque te dividís en estaciones

para crecer como árbol

para vivir casi en flor

para volverte semilla

todas las noches.

Vos…

Vos sos como un silencio atento

cuando te ocultás de mi pupila

de los ojos de esta muchedumbre

que solamente espera tu figura

tu realidad en las palabras y los hechos.

Tenés alivio y coraje

único, como nadie,

para dejarte ir por las tardes

y volver en las mañanas

siendo vos,

siendo árbol,

siendo vos,

amigo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hombres de la tarde


Algunos hombres
siguen viendo la luna
con resplandor debajo,
como un sol celeste de la tarde
que abriga y entumece distante.
Otros encuentran a su paso
un manojo de lirios
que llaman cantando al cielo.

Quizás nos preguntamos
si esos son mejores
porque encuentran en los charcos
el mar de sus travesías
en los sombreros su pan diario
en un bastón un paso de baile
o en su corazón el universo.

A algunos hombres
Dios les apaga la luz todas las noches
para que piensen en el mañana
rebuscando formas
de cómo curar al mundo
de tanto déspota y tanto hambriento.
Otros cantan a las estrellas
mientras le coquetean a la luna
a aquella luna, casi sol, en tarde,
que aunque es la culpable
de que los llamen locos
es quien, al menos,
los hace cada vez más humanos.

jueves, 3 de febrero de 2011

Hija del color


Me has parido en verso
tantos años,
desubicando los techos
de mi cabeza soñadora,
que ya no me recuerdo opaca
que ya no me recuerdo trino.

Dicen que me trajiste a la vida
con tono desolado,
pero aún no sabes cantarme
aún desafinas mi nombre
al desechar mi algarabía
por las cadenas de tu historia.

No me niegues ser delirio,
arte vivo,
palpitar...
del vientre vine con arte
sin lujo ni resonancia.
No me niegues ser yo misma,
carbonizada y en color
del mundo me voy gritando
hacia la muerte en rebelión.