viernes, 6 de enero de 2012

Insomnio


No me quiero dormir, mamá,
no quiero decir que esta piel
se cobija de sueños
ni imitar al sol vagabundo
que se cansa de ir
siempre al mismo lado.
No quier abrirle puertas a la noche,
invitarla a tomar café rechinado
que dejó la tarde
porque me vería con ojos 
negros y salados, mamá.
Yo no quiero dormir todos los días
simular que me asombro con tus cuentos
y que ya no controlo mis descuidos...
¿me dejás abrir los ojos
y creer que ya es de día?



1 comentario:

tecla dijo...

Tierno y doloroso, Lya.
Cuando acaba la infancia los sueños nos cobijan. Cuéntale a mamá el sueño que te aturde y verás como ella será capaz de comprender.
B ello como todos los que haces.
Creí que no llegaría nunca a poder comentarte. A ver si ya pronto todo vuelve a la normalidad después de las fiestas.
Te abrazo mi niña.