miércoles, 24 de febrero de 2010

Mea culpa


Perdón
por usar tus manos desconocidas
para aliviar la inquietud
que no pertenece a mi cuerpo.

Libérame
de la angustia que adolece
en un pecho desconsolado
y no permitas que peque
al desear tu boca de madrugada.

Sálvame
de padecer ante tu huida
porque no soy capaz
de controlar mis venas sedientas.

No puedo con este martirio
de verme desvanecida
ante tu voz a lo lejos
Pídeme mis ansias,
cazador de rojos anhelos
y líbrame de ser tu presa
porque no temo pecar
encadenada a tu aliento.

Ruego salvación
redención, perdón
porque aunque te marchas
y no te llevas nada de mi
tu calor ronda en mi piel
y te sigo esperando en silencio.

2 comentarios:

Sadrac dijo...

No es amor, es lujuria, ruega para que lo que se va a podrir deje de gobernar lo eterno, no por la redención de tus pecados. Y es que podría darte mi cuerpo, sé que recibiremos perdón. Pero lo que realmente muero porque conquistes es… mi alma.

Disculpa, seguí la línea. Espero no sea un comentario inoportuno. Me encantó.

Alejandra Valverde Alfaro - Lya dijo...

ruego entonces por la salvación tuya, por la mía, en esa eternidad pecadora, en ese descubrirnos no el cuerpo, sino las almas

nada de disculpas... en lo absoluto
gracias, que me encantó todo lo que dijo
es lo maravilloso, siempre

gracias por venir, Sadrac
abrazos