jueves, 17 de mayo de 2012

Haute Couture



Cada quien acostumbra despegarse el cuerpo 
acomodarlo en los percheros de la vida
y decidir cuándo pasa de moda.
Nadie se pregunta si es mejor vestir sin etiqueta
si vale llevar tacones para quebrantarse
o si el mejor remedio es vivir a la antigua
con el traje natural de la inocencia.
Apostamos en vitrinas a lo verdadero
nadie hace lo necesario por permanecer
en el patrón de su esqueleto
sino que abunda una necesidad
de creer que los nombres y los pasos
se guardan en los roperos.
Llevamos el rumbo de los otros
ajustamos medidas que ahogan
y nos vemos parte de un cuerpo rutinario
que va y viene en decenios.
Ninguno se envidia a sí mismo
o se impone como el estilo en boga
porque solos, de la forma más cruel y sencilla,
no deshilachamos en ruecas inventadas
para pinchar las conciencias.

4 comentarios:

tecla dijo...

Qué buena eres Lya cuando escribes.
Te deseo lo mejor.
Besos de azabache en el altar de la inocencia.

Anónimo dijo...

-¿Te gusta la poesía? -preguntó.
Anna asintió con un gesto. El viejo Woody, con el pulgar, acomodó en la pipa el tabaco ardiendo.
-Pero -empezó mientras volvía a chupar la pipa-, ¿sabes tú lo que es la poesía?
-Sí -replicó Anna-; es algo así como coser.
Anna barajaba mentalmente las palabras.
-Bueno, es hacer con trocitos diferentes algo que es diferente de todos los trocitos. (del libro "Mister God, this is Anna)

Alejandra Valverde Alfaro - Lya dijo...

Gracias,mi Tecla hermosa.
Te dejo mis abrazos con rizos y piruetas.
Besos

Alejandra Valverde Alfaro - Lya dijo...

por eso, 2 trocitos más 3 trocitos no siempre son 5... y bueno, el 2 no es otra cosa que un 5 visto al revés

mi número 5

:)

gracias, anónimo