miércoles, 17 de agosto de 2011

Nonato


Comenzás a pensar en las calles
como aquellas líneas cosidas al tiempo
separás toda razón de juicio
y simplemente te dejás absorber
por la bullicio y la algarabía.

Un segundo flota valeroso
congelado en gritos y sonrisas,
pero vos seguís siendo un paso,
un respiro de agua y luz.

Pensá, entonces,
que no sos de aquí ni de ninguna parte
que te obligaron a venir
en saltos de palomas mensajeras
que te anunciaban, sí...
te anunciaban a vos...
a vos que decidías,
por primera vez en tu vida,
no nacer en la podredumbre de los hombres.

Verso en vida para un día más nacido


A María

Yo te quiero dar un verso

plegado de escaleras y burbujas

ponerte a bailar tierra adentro

mojarte las mejillas con mar

y darte los cristales de los días.


Imagino tu conciencia acurrucada

con esos pormenores de la vida

esos que te invitan a reírte de los tontos

a perforar las apariencias

y a quedarte a vivir en corazones.


Es cuestión de pensar en vos

como aquella resurrección de los silencios

sentir que te revuelves con nosotros

de la forma en que lo hace un ave:

pensando en libertad y en soles.


Yo te quiero dar un verso

así sin controlar las estaciones

decirte que en tus ojos veo celajes

darte la mano en mis adentros

y sentir tu vida como el aire.

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Feliz cumpleaños....

domingo, 7 de agosto de 2011

Solo digamos


Digamos que vos estás

de este lado del viento.

No sabés cerrar los puños

a la hora de gritar

y seguís comiendo nubes

cuando te ataca una migraña incontrolable.

Yo supondré tu veracidad

a la hora de explicarnos

este tiempo que parece no llegar,

me convertiré en sal y óleo

solo para derretirme el amanecer

de una estocada.

Digamos que yo crucifiqué

este miedo innecesario

para que vos creyeras

en la sublime sensación de cantarle

a todo aquello que parece absurdo,

indefenso.

Vos creerás en mí

y en aquellas rutinas

para cepillar los pasos

desenredando la inseguridad

con que te olvidas.

Digamos que sí…

Vos y yo.

Solo digamos.

viernes, 15 de julio de 2011

deidades


dios se escribe con minúscula
se maquilla en las aceras
y come con las manos y los pies.
Debería ser de todos los colores
aún cuando haya ciegos
que lo decoloren con letanías
o con el diezmo de su alma.

dios se esconde en las esquinas
con un cartón de cobija
dos sueños recurrentes
y ni una sola sensación de apego.
Debería ser mi amigo
aún cuando no recuerde su cumpleaños
o le diga que en su inmensidad
parece haber algo incompleto.

miércoles, 6 de julio de 2011

Cuento


Era definitivo:

ella le daba viento-burbuja

le pintaba un espejo de amor

cosechaba luz

en su lugar preferido: aquí...

él pensaba en ella

como alada profecía

del cielo mismo hecho carne

como un baúl de miel...

Era de suponerse:

los cuentos tienen secretos,

se escriben a media luz

y ponen final al silencio.

Algunos,

hechos de carne y hueso

empotran verdades

en las ventanas del mundo.

Otros,

tal cual el de ellos,

acontecía

perfecto

entre la algarabía

de sus rostros

en el minucioso hilar

de sus huesos.

martes, 7 de junio de 2011

Personificación del verbo


Los hay con ojos

muertos, congelados;

los hay, solamente.

Unos duermen

entre la sábana

de una habitación de hotel

o entre juramentos y promesas

de “mañana será mejor, vos sabés,

somos únicos”.

Entre los periódicos,

algunos saltan

y pareciera

como si quisieran degollarte

entre sucesos y especulaciones.

otros, a menudo, comparten

sillones en las clínicas

conversan en las tiendas

o van cada quince días

a hacerse el manicure.

Un grupo peculiar

se sienta en la parada de bus

y juegan a contar

carros de colores:

“blanco, ese es mío…

verde, llevo cinco”.

Quizás te encontrés

unos pensativos

intentando comprender la vida

o filosofando sobre ellos:

ser o no ser.

Algunos académicos

se sitúan en la norma,

ardiendo o hirviendo

llenos de números y personas.

Muchos salvan

de las noticias diarias

(murió, subió

chocó, cambió, mintió),

suben escaleras,

tejen corazones,

reparan días

o solo se dejan llevar

por lo que son.

Aburridos, gritones

o están los que te encomiendan

a dioses y oran por ti día y noche.

Algunos se ilustran

y unos cuantos se exceden,

se hinchan, se empapan,

se exitan, se deletrean,

se enojan, se buscan,

se lloran o se iluminan.

Sin embargo,

solo uno se imagina

solo ese se intenta y se esparce.

Solo ese se complace

en hacer de mago

y decir con una varita mágica

“había una vez… y hubo un pueblo…

cuentan que una noche…”

Solo este escribe y escribe,

como si de por sí

no llevara su tiempo

aprender a decir las cosas.

sábado, 4 de junio de 2011

Antojo


Yo me quito los zapatos debajo del sol
me invento mi propio palacio
y consigo la brisa marina con una sonrisa.
Me sacudo el polen del corazón
e invento un sobresalto para tus lirios
cada vez que se angustia tu encanto.

Yo creo que es fácil creer en dioses y magia
si al final nadie te obliga a cerrar los ojos
a invertir pieles o a derribar soledades.
Es sencillo creerse alado, allá casi divino,
porque el cielo se reserva para vos también:
se te está permitido soñarlo.

Yo me leo todos los días un capítulo
de aquella dramática forma con que alguien
sintió cubrir la luz y los puentes.
Le escribo también un poquito
a la puerta de mis venas y a mis labios...
porque así se le pone punto a un antojo.